martes, 24 de mayo de 2016

COLOCACIÓN DE CATETER MAHURKAR PARA HEMODIÁLISIS

COLOCACIÓN DE CATETER MAHURKAR PARA HEMODIÁLISIS

El cateterismo venoso central es un procedimiento que es necesario principalmente para administración de líquidos en grandes volúmenes para reanimación, medicamentos, monitorización hemodinámica y hemodiálisis ; Para esta última, a diferencia de las anteriores, se implanta un catéter biluminal Mahurkar generalmente con un diámetro de 13.5 Fr en la vena Yugular anterior derecha procedimiento que intentaremos describir a continuación:
En un paciente con indicaciones de ingresar a hemodiálisis, y con presiones arteriales medias por encima de 65, y estable hemodinámicamente, se debe realizar cateterismo yugular anterior con catéter mahurkar para hemodiálisis de la siguiente manera:
En un cuarto de procedimientos o en quirófano, se debe colocar al paciente en posición de semifowler en decúbito dorsal con soporte de oxígeno si es necesario y monitorización dinámica y continua, con la cabeza rotada hacia el lado izquierdo con lo que se permite observar las estructuras anatómicas cervicales de una mejor manera; Luego de esto se debe realizar la desinfección del campo quirúrgico con soluciones yodadas espuma y solución en ese orden, siempre de manera circular y desde el centro hacia afuera sin devolverse, cuatro veces con cada una de las soluciones y finalmente se debe limpiar con alcohol isopropílico de la misma manera. El personal debe estar todos con medidas de bioprotección, gafas tapabocas guantes y batas, y el médico que va a implantar el catéter, debe realizarse lavado de manos quirúrgico y colocación de batas y guantes estériles. Después de la antisepsia y la asepsia, colocación de campos estériles y tener la correcta iluminación, se dispone a destapar el catéter Mahurkar el cual en su interior está completamente esteril por lo que debe ser manipulado únicamente por el medico con guantes esteriles.

Ubicación y referencias anatómicas:
Se debe encontrar el lugar por donde se va a introducir el catéter, para lo anterior, se debe incialmente el manubrio esternal en donde se inserta la vientre esternal del musculo esternocleidomastoideo, el cual se debe palpar y ubicar bien con los dedos, lateral a este musculo y antes de encontrar el vientre clavicular del mismo musculo se encuentra un espacio deprimido por encima de la clavícula, éste es el lugar en donde se debe implantar el catéter.

Anestesia local:
Con xilocaina normal sin epinefrina se debe infiltrar entre 3 a 5 cc de los cuales 1 o 2 cc deben ser subcutáneos y los otros desde los profundo hacía la superficie, en dirección hacia el pezón ipsilateral y con un grado de inclinación de 45 ° siempre aspirando antes de infiltrar.

Punción venosa con trocar:
Una vez anestesiado el campo, se dispone a utilizar el trocar con jeringa de 10 cc, en la misma dirección en la que se infiltró previamente se inserta el trocar 1 centímetro a la vez, siempre aspirando hasta que se encuentre flujo venoso dentro de la jeringa instante en el cual lo más importante es no mover el trocar utilizando la mano izquierda  como trípode; Se debe colocar una gaza o apósito debajo de la unión del trocar con la jeringa para luego desatornillar la jeringa momento en el cual se debe observar que el flujo de la sangre es hacia la vena.

Implantación de la guía:
Una vez retirada la jeringa se dispone a introducir la guía de manera lenta y logrando un centímetro a la vez hasta que quede por fuera alrededor de 15 cm.

Retiro de trocar:
Una vez introducida la guía, se debe retirar el trocar lo cual se hace haciendo presión sobre el sitio de inserción  con un apósito estéril.

Dilatación:
Se dispone a dilatar el lecho  venoso con dos dilatadores, primero el delgado luego ancho con la misma técnica: Se introduce el dilatador por la punta de la guía y se introduce hasta que quede por fuera más o menos 5 cc libres luego se retira el dilatador.

Colocación y fijación del catéter:
Una vez dilatado el lecho venoso, se requiere introducir el catéter Mahurkar 13.5  Fr, al cual se le debe cerrar la llave roja antes de introducirlo.
Se debe introducir por la punta de la guía hasta que la punta del catéter este a 4 cm sobre la piel, siempre haciendo presión sobre el sitio de inserción se dispone a retirar la guía hasta que la punta de esta se vea visible por la llave azul del catéter, momento en el cual se debe introducir el mismo hasta que quede en la posición adecuada. Momento en el cual se deja de hacer presión en el sitio de inserción y se debe retirar la guía por la llave azul siempre haciendo presión en este caso sobre el broche de la llave.

Comprobación de flujo, lavado y fijación:
Una vez insertado el catéter, se debe comprobar el flujo venoso por ambos lúmenes del catéter mediante una jeringa de 10 cc, si este flujo es positivo, se debe lavar cada línea con 20 cc de SSN y se tapa cada línea y se dispone a fijar el catéter con sutura de prolene un punto en cada lado.



COMPLICACIONES AGUDAS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE CATETER MAHURKAR PARA HEMODIÁLISIS

COMPLICACIONES AGUDAS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE CATETER MAHURKAR PARA HEMODIÁLISIS.

Como ya hemos hablado durante todo el blog, la hemodiálisis es un procedimiento que tiene con ciertas indicaciones absolutas y para las cuales, se considera ésta como la única manera de que este tipo de pacientes pueda sobrevivir a una falla renal aguda.
Las complicaciones agudas de la hemodiálisis están presentes durante todos los instantes de ésta y aunque, en su gran mayoría no comprometen la vida del paciente, hay otras cuantas si pudiesen hacerlo.
Entonces comenzaremos a describir las complicaciones que han aparecido en el servicio de hemodiálisis del Hospital Universitario Departamental de Nariño en la ciudad de Pasto, Colombia en el periodo febrero – abril del año 2016 y lo trataremos de hacer de una manera cronológica desde el momento en que el paciente ingresa al servicio hasta que es desconectado de la máquina y egresa del servicio.
Tomaremos como ejemplo, a un paciente en falla renal aguda que ingresa al servicio de hemodiálisis por primera vez, pues en éste caso en particular las complicaciones debidas a la hemodiálisis serian todas de tipo agudo en cuanto al tiempo de aparición.
La primera complicación que encontramos en el paciente que ingresa al servicio de hemodiálisis, y debido a que se requiere la colocación de un catéter venosos central de gran lumen; es en este procedimiento en donde se pueden presentar algunas complicaciones, que aunque su tasa de presentación es muy baja, y que esto depende de unas a otras, pueden algunas llegar hasta comprometer hasta la vida del paciente, pero teniendo en cuenta que le hemodiálisis es la única solución para el estado de salud del paciente, es un riesgo que debe asumirse.
La implantación del catéter de hemodiálisis es un procedimiento quirúrgico que se realiza bajo anestesia local, y con monitorización continua del paciente; consiste en la implantación de un catéter de tipo Mahurkar en la vena Yugular anterior ubicada en la parte inferior del cuello, y que llega por medio de ésta a la vena cava superior y luego a la aurícula derecha del corazón. Mediante el procedimiento se deben introducir varios tipos de agujas de varios calibres en el cuello, región en donde se encuentran varias estructuras importantes como vasos y nervios, además de ser una zona muy sensible aunque recordemos que el procedimiento se realiza bajo anestesia local. Entonces aparece la primera y grave complicación: Neumotorax : Aunque en el periodo de tiempo descrito no se hizo presente, es una complicación descrita en los libros con una probabilidad de aparición en la técnica de cateterismo venoso central por vena yugular anterior derecha con menos del 0.3%; y que pasa debido en su gran mayoría a la inexperticia del personal, y que se produce cuando el trocar principal no es intoducido en la Vena, sino atraviesa la pleura y perfora el espacio torácico provocando la entrada del aire por diferencia de presiones con el consecuente colapso del pulmón del mismo lado lo que lleva a alteraciones en la ventilación y respiración de la persona.
Otra complicación que se ve en la introducción del catéter, son las infecciónes del catéter, debido generalmente a una mala técnica aséptica, lo cual lleva a tener que retirar el catéter e introducir uno nuevo.
En el momento de la introducción del catéter es posible que se estimule el nervio vago, importante par craneal encargado de funciones vegetativas, y que tras su estimulación produce un reflejo conocido como vagal, el cual lleva a hipotensión, que es disminución de la presión arterial, bradicardia que es disminución en la frecuencia cardiaca, y que puede, incluso llevar  a la muerte; De todos modos, las técnicas de colocación del catéter hacen que la manipulación sea muy distante de este nervio por lo que la tasa de presentación es mínima.

Otra complicación, esta vez un poco más frecuente, es la  punción arterial, en donde, por variaciones anatómicas, dificultades en identificar estructuras y referencias anatómicas mas que todo en personas con sobre peso, obesas etc, la punción inicial no se hace a la vena yugular, sino a la arteria en este caso carótida u otra, se identifica pues la sangre de retorno es roja rutilante y con presión suficiente para lograr sacar el émbolo de la jeringa. 

domingo, 17 de abril de 2016

Indicaciones absolutas de hemodiálisis

La hemodiálisis es un procedimiento médico, mediante el cual por medio de un catéter venosos central (Para hemodiálisis) se extrae la sangre del organismo, se pone a circular y se filtra extrayendo entre otras cosas, agua, nitrógeno, creatinina, potasio.
Muchos autores dicen, que la hemodiálisis es la primera opción en pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica agudizada, con criterios de urgencia dialítica, pues mediante este procedimiento se eliminan del torrente sanguíneo sustancias potencialmente toxicas para el organismo y que pueden en gran medida llevar a un deterioro progresivo del paciente e incluso provocar la muerte debido en gran medida a alteraciones en el sistema conducente eléctrico cardíaco, consecuente a los niveles muy elevados de potasio en sangre lo que pudiese llevar a que el corazón se detenga.
Sin embargo, no todo paciente con alteraciones en el BUN (Nitrógeno ureico), creatinina y potasio deben obligatoriamente someterse a hemodiálisis; pues el organismo puede responder en gran medida a este tipo de alteraciones; es por eso, que otros parámetros se toman en cuenta a la hora de decidir ingresar o someter a un paciente a un procedimiento dialítico.

1. Edema pulmonar: Un paciente a quien los riñones no cumplen de manera satisfactoria su función. No se produce la excreción de orina, con el consecuente acumulo de líquidos que producen edema o hinchazón. Principal e inicialmente tienden a edematizarse (llenarse de líquidos) los miembros inferiores,  y así sucesivamente todas las partes del cuerpo incluido los pulmones, lugar en donde se lleva a cabo el intercambio alveolo – capilar; al estar este espacio alveolo – capilar lleno de líquido, no se produce o se produce de manera limitada el intercambio de gases (respiración). Por lo anterior, una persona en falla renal, con retención de líquidos y edema pulmonar, es indicativo de iniciar terapia dialítica de manera inmediata. 

2. Taponamiento cardíaco: La falla renal bien sea aguda o crónica agudizada, tiene una serie de complicaciones debido a la disfunción del órgano renal. Entre esas complicaciones catastróficas se encuentra el taponamiento cardiaco, condición clínica en la cual la cavidad en la cual se encuentra alojado el corazón se encuentra llena de líquidos. Al estar el espacio limitado, de igual manera se encuentra limitada la capacidad cardiaca de contracción, y dependiendo del grado de esta limitación puede provocar paro cardiaco y muerte.

3. Hiperpotasemia severa: El potasio es un Ion presente en todos los procesos metabólicos del organismo, el exceso de este Ion es eliminado por el riñón; en el caso de una insuficiencia renal, este órgano es incapaz de eliminarlo, y comienza a cumularse. Lo riesgoso, es que la contractibilidad cardiaca está regulada por la entrada y salida de este ion, y al aumentar las concentraciones plasmáticas (en la sangre) de éste, comienza a fallar la contractibilidad cardiaca, lo cual puede llevar, otra vez, a paro cardiaco y muerte.

4. Encefalopatía (urémica): Es una condición clínica en la cual, al  no funcionar el riñón de manera adecuada, con la consecuente acumulación de nitrogenados en el torrente sanguíneo; estos comienzan también a cumularse de manera progresiva en el cerebro, lo cual produce por llamarlo de alguna manera, una intoxicación de estas células cerebrales, conllevando una alteración en el estado de conciencia, desorientación, alucinaciones, incluso puede progresivamente llevar a la persona enferma a quedar en estado de coma y muerte.

5. Acidosis metabólica severa: Es un condición clínica en la cual, el PH o la concentración de iones hidrogeniones en la sangre desciende por niveles peligrosamente bajos, lo cual pone en peligro la vida de la persona que está sufriendo una falla renal aguda o crónica agudizada.



Es entonces cuando la hemodiálisis se convierte en la única opción para evitar la muerte, por lo anterior, se entiende, que no solo la elevación de los niveles de azoados en sangres es criterio para iniciar terapia dialítica de manera urgente, sino que hay tener en cuenta la condición clínica de paciente, la ubicación geográfica y demás a la hora de decidir ingresar a un paciente a terapia de hemodiálsis.


Se recomienda al personal médico que trabaja en zonas alejadas de las principales ciudades del país, tener en cuenta estos cinco criterios a la hora de decidir si remitir como urgencia vital a un paciente con alteración en su función renal. 

lunes, 29 de febrero de 2016

Historia de la Hemodiálisis

La hemodiálisis fue descrita  por Thomas Graham en Inglaterra en el año de 1854, quien fue un químico de la Universidad de Glasgow. A la parte, el Medico Británico también Richard Bright estaba describiendo cuales eran las características clínicas y cuáles eran las pautas diagnosticas de la insuficiencia renal crónica. Graham, preparó un recipiente en forma de campana, en el cual el extremo ancho se encontraba cubierto por una membrana hecha de vejiga de buey, la cual luego llenaría con orina humana para luego ser dispuesta dentro de otro recipiente más grande y sumergido en agua destilada. Descubrió que después de varias horas, y al retirar el recipiente en forma de campana, y de calentar hasta la total evaporación al recipiente de mayor tamaño, quedaba como residuo cloruro de sodio (NaCl) y Urea, los cuales son los principales componentes de la orina, con lo cual demostró que podía hacer pasar la urea y la sal a través de una membrana semi permeable; Lo denominó Diálisis, y predijo que éste sería el tratamiento para la enfermedad renal crónica , aunque tomaría más de sesenta años para lograr serlo. Graham se dio cuenta de que para poder tratar la enfermedad renal crónica, debían retirarse del organismo los productos de desecho que éste producía y que el riñón disfuncional no podía hacerlo. Para poder descubrir cuál sería la velocidad necesaria de eliminación de toxinas, debió realizar varios experimentos en los cuales demostraría la velocidad en que estas toxinas se producían.
La primera vez que se realizó un procedimiento dialítico en un paciente humano fue en 1924, por el Dr. Haas en la universidad de Giessen en Alemania, utilizando un dispositivo de conformación tubular, canalizando una arteria (radial) y devolviendo el filtrado por la vena porta Hepática, lo cual cómo podemos imaginar, consistía en un procedimiento mayormente invasivo y que requería de un abordaje quirúrgico abdominal mayor para poder lograrlo; sin embargo en este tiempo es importante notar que ya entendían la necesidad de la anticoagulación del dispositivo, y lo realizaban con Hirudina. Más adelante en 1937, se introdujo la bomba de sangre y la primera membrana dialítica hecha con celofán.

Las mejoras en cuanto a la biocompatibilidad de la membrana del dializador, en el diseño asociado al control volumétrico, la implementación de monitores en tiempo real y en línea, la dialización isotérmica, membranas de alto flujo (hasta 500 ml/min) ha hecho que este procedimiento sea cada vez más seguro y efectivo a la hora de enfrentar terapéuticamente un paciente con enfermedad renal terminal.

lunes, 22 de febrero de 2016

Complicaciones de la hemodiálisis



La insuficiencia renal crónica es la disminución progresiva e irreversible de la función renal, con una evolución mayor a tres meses, en los cuales, las mediciones de paraclínicos se encuentran constantemente alterados (BUN, creatinina, potasio sérico, depuración de creatinina) demostrando de forma tangible dicha disfuncionalidad; Sin embargo únicamente mediante la ultrasonografía se puede detectar la realidad (histológica) de este tipo de lesión.
Son varias las causas hasta ahora descritas de la enfermedad renal crónica, entre ellas la nefropatía diabética, la nefropatía debida a enfermedad del tejido conectivo (lúpica), nefropatía hipertensiva, entre otras, las cuales muestra a la enfermedad renal como una complicación de alguna otra enfermedad sistémica o al menos multi-orgánica. Al haber una disfuncionalidad del riñón, órgano par ubicado retroperitonealmente encargado de la microfiltración de la sangre y que extrae de esta desechos metabólicos tóxicos en la orina, estos (metabolitos tóxicos) comienzan a acumularse en la sangre (hiperazoemia) conllevando a complicaciones clínicas bien conocidas y descritas como la encefalopatía urémica (alteraciones neurológicas: desorientación, agitación psicomotora, alucinaciones y hasta convulsiones), alteraciones en la conducción cardiaca (Síndrome de repolarización, Elevación de la onda T, debido a hiperkalemia), edema por acumulación de líquidos y que de acuerdo a la localización anatómica, puede  llevar a otro tipo de complicaciones como derrame pleural con la consecuente dificultad respiratoria, ascitis, derrame pericárdico etc, todas las cuales significan una importante causa de morbi – mortalidad.